Desde
la Prehistoria los humanos hemos sido nómadas, en el Neolítico llegó la agricultura
y comenzó el sedentarismo. En la actualidad siguen existiendo tribus nómadas,
como los Tuareg, Pigmeos, o los Mercheros que se asientan en España. Aunque la
población mundial ya no se cataloga así, nuestros estilos de vida nos obligan a
cambiar el lugar de residencia y me pregunto si la naturaleza del ser humano es
nómada o sedentaria.
Las
tribus nómadas lo eran por necesidad, según la estación del año se desplazaban en
busca alimentos.
En
pleno siglo XXI las necesidades de los humanos han cambiado, ya no necesitamos
desplazarnos para buscar comida puesto que ésta llega de cualquier parte del
mundo fresca. Sin embargo buscamos trabajo lejos de nuestro lugar de
nacimiento, a veces en otra ciudad, en otra región, en otro país o continente.
¿Lo hacemos porque queremos o porque lo necesitamos?
Yo he
vivido en Londres y en París, además de en mi Madrid del alma donde nací. Me
fui porque quise ya que lo veía como una aventura y también por necesidad, para
mejorar mi preparación profesional.
Reconozco
que una vez que salí fuera me convertí en un "culo inquieto", quería
aprender nuevos idiomas, conocer nuevas culturas, vivir nuevas experiencias, y
me planteé vivir en Lisboa cuando me fuera de París, porque me gusta esa
ciudad, tengo amigos y tiene mar. Pero aún así, no dejaba de tener claro que
quería volver a Madrid y quedarme aquí.
Muchas
veces me paro a pensar en aquellas personas que viven fuera y cambian
constantemente de ciudad y país de residencia, ¿realmente les gusta ese ritmo
de vida o es que no han encontrado su lugar?
Algunas
viajan con sus familias, otras no la tienen, ni se lo plantean y mantienen
relaciones con un mayor o menor grado de compromiso pero que no suelen cuajar.
¿Son estas personas nómadas por necesidad, por elección o es que huyen de sí
mismas y de los compromisos?
¿Nuestra naturaleza es sedentaria o nómada?
Si me
tengo que etiquetar, lo haría como sedentaria.
Hace ya
cuatro años que regresé a Madrid y el otro día me sorprendía a mí misma
preguntándome ¿cómo había podido abandonar Madrid durante tantos años? cada día
me gusta más estar aquí, a lo mejor es la edad, pero lo cierto es que me vuelve
loca esta ciudad. Eso sí, si me sale una buena oferta en otro país me voy, pero
lo haría por necesidad no porque quisiera.