Cuando
vivía en Londres conocí a una chica de Santander, Gema, que me dijo algo en lo
que yo nunca había caído:
- Mientras estuve estudiando en Madrid,
aprendí a llevar las gafas de sol en el bolso hasta en invierno.
En
Santander y en Londres lo que llevas en el bolso hasta en verano es el
paraguas.
Reconozco
que en mi etapa londinense no me fijé mucho en el clima, es una ciudad tan
alucinante y llena de vida que me daba igual, pero en mi etapa parisina la cosa
cambió.
En
París el cielo es gris, parece que te va a aplastar de lo bajo que está, hay
como una especie de chirimiri ó calabobos constante y al igual que en Londres y
en Santander, el paraguas no puede faltar como complemento del look diario
anual.
Después
de tantos años hasta el moño de la "Grisaille" y deseando tener un
verano al que se le pudiera llamar verano y no temperatura agradable, creí que
nunca diría algo así, pero aquí va:
¡¡QUIERO
QUE LLUEVA!!
No es
que quiera que llueva, en plan idílico, romántico, etc., sino que, o llueve o
este verano los españolitos nos las vamos a ver muy mal. Podríamos volver a
tener cortes de agua ya que nuestras reservas están bajo mínimos, es más, no
sólo quiero que llueva sino que QUIERO QUE NIEVE, la nieve nos garantiza buenas
reservas para el verano.
En mi
intento desesperado por hacer algo para esto ocurra, me puse a buscar en
internet rituales para llamar a la lluvia que no sean los de lanzar bromuro al
cielo como hacen los chinos, y he encontrado alguno muy curioso.
En
India para atraer la lluvia celebran la boda entre dos ranas ya que para ellos
significa que la lluvia irá al territorio donde viven.
En
México hay uno en el que suben a niños a unos palos muy altos y les dan
vueltas. Este ritual es de gran peligrosidad y más de una vez ha habido que
lamentar alguna muerte.
Un
ritual más viable y menos peligroso es el de recitar la siguiente oración que nos
recomienda la llamada Magia Añil:
¡Oh, Dios, en quien vivimos, nos movemos y existimos!
Otórganos la lluvia conveniente para que suficientemente ayudados con los
auxilios temporales, con mayor confianza aspiremos a los bienes eternos. Por
nuestro señor.
Amen.
Aunque
yo prefiero quedarme con uno más de estar por casa y naíf y cantar aquello de:
Que llueva, que llueva, la Virgen de la cueva, los
pajarillos cantan, las nubes se levantan que sí, que no, que caiga un chaparrón
con azúcar y turrón.
¿Os apetece que llueva un poco?¿Conocéis otras canciones, oraciones o rituales para atraer a la lluvia?