30/4/12

¿Y qué quieren las víctimas? Con la AVT siempre

Hace bastantes meses escribí un post sobre el anuncio del cese de la violencia de ETA en el que hablaba de lo poco que me creía este anuncio.

Reconozco que me llevé una alegría al ver que, al ganar el PP las elecciones, mis peores pensamientos no se habían hecho realidad y pensé que quizá estaba equivocada y que sí, que quizá estábamos ante el final de esta banda de asesinos. Mis pensamientos no eran otros que esperar un atentado, secuestro, etc. de ETA.

A raíz de todo lo que está saliendo, sigo pensando que sólo están sin dinero, como todos y sigo esperando equivocarme, pero no pretendo hablar de eso en este post. 

Siempre procuro ver las razones de los dos lados, aquel en el que me siento más afín y en el que no, intento siempre ser neutral y denunciar aquello que no me gusta ni de un lado ni del otro, pero con el terrorismo y en particular con el de ETA, no puedo intentar comprender sus razones, no consigo concebir que puedas asesinar, extorsionar, intimidar, mutilar a los demás simplemente porque no opinan lo mismo que tú y pretender quedar impune. Reconozco ser muy radical con este tema y no pienso dar mi brazo a torcer. 

Nací en 1975, en un país libre en el que la ETA sembraba el terror queriendo imponer su ley. El secuestro de Ortega Lara, el del padre de Julio Iglesias. El atentado de Hipercor, uno de los más sangrientos. Todos tenemos en la retina el atentado que sufrieron Irene Villa y su madre y cómo decidieron terminar con la tregua con el cruel chantaje que supuso el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco

Desde ese día, para mí se terminó. Me niego a que ningún gobierno negocie con esa gentuza, sólo accedería si la Asociación de Víctimas del Terrorismo lo aceptase. No hay nada que negociar con los asesinos, primero porque las víctimas se merecen RESPETO con mayúsculas y segundo porque un Estado no puede acceder al chantaje de nadie. En un país libre las negociaciones se hacen y se consiguen democráticamente no a base de extorsiones. 

Aún así, siempre debemos escuchar a las víctimas, a aquellos que han perdido a sus familiares, hijos, han quedado mutilados no sólo física sino también psicológicamente. Ellos mejor que nadie son los que deben decidir qué quieren, que debemos aceptar y que no de los terroristas. 

Hace poco leí una entrevista que le hicieron a Irene Villa, siempre he admirado a esta chica, recuerdo cuando  venía a Mondino con sus amigos sin separarse de sus muletas con una sonrisa constante en su cara. En la entrevista decía que ella quiere que su hijo crezca en un mundo sin terrorismo y que si para ello había que negociar, le parecía bien, sin embargo decía que su madre no opinaba igual. Lógico, es imposible perdonar a aquellos que han impedido que tu propia hija pueda hacer una vida normal. 

El Partido Popular siempre se ha mostrado del lado de las víctimas y en contra de toda negociación ya que toda negociación lleva consigo una concesión. Criticaron hasta la extenuación y pusieron todas las trabas que pudieron a la negociación del anterior gobierno. Siempre he aplaudido esta postura y para mí vale más que cualquier otra decisión política de ningún otro partido y tipo. 

La semana pasada, el gobierno del PP, ha dado a conocer otra de "sus reformas", una de ellas es el acercamiento de los presos de ETA al País Vasco sin tener que pedir disculpas ni mostrar arrepentimiento a sus víctimas y familiares. No puedo sentir más repulsa hacia esa medida. La AVT ha protestado indignada y el ministro de turno les ha concedido parte de su tiempo para explicarles el por qué y para escuchar su punto de vista. 

¡Haber hablado con ellos antes! ¿No se supone que ustedes estaban siempre en contacto con la AVT y que no tomarían decisiones sin haberles escuchado antes?. 

¿Acaso las víctimas no merecen un arrepentimiento público de los asesinos? ¿Quién les va a devolver a sus familiares? ¿Es que no se merecen ni que les pidan perdón? 

Siento RABIA, ASCO, RECHAZO, IMPOTENCIA, hacia esta nueva medida y lo peor es que también me siento ENGAÑADA.

Señores del gobierno deseo que nunca les pase algo así y espero que recapaciten y den marcha atrás porque de humanos es errar pero de sabios rectificar.

Para twittearme: @tabolid

23/4/12

Lencería fina, fina....

A veces una presencia cosas que, por buenas o por malas, merece la pena darlas conocer.

La semana pasada asistí a un desfile de lencería en La Casa de Guadalajara con una buena amiga. He de reconocer que ni ella ni yo esperábamos gran cosa pero las dos sabemos que la vida te da sorpresas por lo que es mejor no juzgar sin conocer y además, era una buena excusa para vernos las dos solitas, sin novios y cotillear a nuestras anchas. 

La casa de Guadalajara se fundó en 1933 y su última remodelación estaría dispuesta a asegurar que fue también en 1933. Es un lugar anticuado pero con encanto, muy en la línea de estos centros, al que si le cambiaran el color marrón albóndiga de las puertas y marcos por uno blanco le harían un gran favor. El bar decorado con muchos azulejos típicos del 1933, aunque recordaba más a una taberna andaluza que a un bar típico de Guadalajara. El desfile tuvo lugar en el salón de actos. Éste estaba decorado con cortinas en las ventanas de terciopelo rojo tipo telón de escenario de teatro y paredes con más azulejos recreando escenas típicas de la Alcarria.

Creo que con esa descripción os podéis imaginar bien el marco en el que el desfile iba a tener lugar. Local que no tiene nada que envidiar a los centros comerciales y si no, que se lo pregunten a Rociíto.

Antes de que comenzara el desfile nos ofrecieron una copa de tinto bastante decente que, junto a nuestros estómagos vacíos nos alegró rápidamente el momento. 

Si habéis presenciado algún desfile, sabréis que lo mejor es estar en primera fila y de frente, ya que es el lugar donde las modelos se paran y se pueden observar bien los tejidos, así que eso hicimos nosotras. Mientras cotilleábamos de nuestras cosas, ojeábamos el catálogo (las mujeres somos siempre multitask ya se sabe), algún conjunto nos pareció mono y las modelos impresionantes aunque con un pecho excesivamente grande a nuestro parecer. 

Frente a nosotras había un chico y una chica jovencitos, 18 recién cumplidos diría yo, imagino que eran amigos de una de las chicas que desfilaban por la cámara que llevaba ella e imagino también, que el chico estaría flipando ya que iba a ver a más chicas en ropa interior en media hora de lo que había visto en toda su vida. 

Bueno, llegó el momento del desfile. Salió una chica que hizo una breve presentación y empezó a sonar la canción "Runaway" de "The Communards". Hacía siglos que no la escuchaba y después de oírla en bucle durante unos 30 minutos creo que puedo pasar otros siglos más sin escucharla de nuevo y por fin empezaron a salir las modelos. 

Antes de continuar tengo que soltar un "¡OLE tus huevos!" a cada una de las 6 chicas que desfilaron. Hay que tener muchos para salir a desfilar en ropa interior para una marca que no es, ni de lejos, Victoria's Secret. 

Dada nuestra posición privilegiada en primera fila y al frente, pude comprobar que, lo que parecía mono en el catálogo, en realidad era un horror al natural. Decidí conceder una segunda oportunidad, una tercera y ya no más, madre mía, encajes de hace 50 años, de esos que, aún llevando el vestido más amplio de la última colección de Ágata Ruiz de la Prada se marcan. 

Al ver que el resto de la colección ya no nos iba a interesar nada y con la ayuda del vinito, mi amiga y yo empezamos a centrarnos más en las modelos. 

La primera modelo, pobre, había escogido de entre todos sus zapatos de tacón, unos negros tipo salón pero con un plataformón de unos 10 centímetros y taconazo de unos 15, primer obstáculo, bajar los escalones del escenario. Mi amiga y yo nos mirábamos pensando... se nos mata, esta mujer se nos mata, pero no, consiguió salir airosa claro que con esos zapatos casi no podía andar y parecía más un pato mareado que otra cosa, chica, puede que Paris Hilton se ponga unos zapatos de ese tipo pero andar con ellos es imposible, espero que después de este día decidieras jubilarlos. 

Había una chica oriental, quizá la que mejor cuerpo tenía si no fuera por unas enormes tetas siliconadas, de esas que se han quedado duras y que desproporcionaban su cuerpo sobremanera. 

Había otra que debía creerse súper profesional, iba tan rápido que nadie pudo fijarse en los modelos que lucía excepto mi amiga y yo claro, ya que la fotógrafo oficial del evento, estaba a nuestro lado y ella procuró pararse bien para que ésta le hiciera las fotos perfectamente. 

A todo esto, nuestro vecino de enfrente no paraba de mover la pierna derecha como un loco, normal, tanta testosterona tenía que pasar factura, si lo llega a saber mejor se queda en casa ojeando la Interviú

Lo peor, la mayoría de las chicas tenían unos tatuajes en la tripa y pircings que hacían aún más vulgares a los conjuntos lenceros. 

Lo mejor, que las chicas que mejor desfilaban eran las que peor cuerpo tenían. Por peor cuerpo quiero decir que estas chicas estaban gorditas y con las carnes bien blanditas. Ninguna de las 6 había pisado un gimnasio en su vida, si vale yo tampoco, ¡pero no me dedico a desfilar por ahí en paños menores!. A lo mejor era una táctica de venta de la marca tipo "la mujer real es la que nos viste" o algo así. 

Al final del desfile se sorteaba uno de los conjuntos lucidos por una de las modelos. Esto es lo típico que cuando te lo dicen nada más llegar, piensas, "mira que bien, ¿anda que si nos toca a nosotras?", pero que después de ver el género dices "¡y si me toca, ¿qué hago yo con eso?!". 

Dada nuestra buena fortuna en amores no nos tocó el conjunto.

De allí nos fuimos a cenar con su chico, a un bar cerca del Retiro donde pude ver el anuncio de GARLAND, la empresa que me da de comer en el partido Atlético de Madrid-Real Madrid y de allí a casita. Demasiadas emociones juntas. 

16/4/12

Nómada Market


La entrada de hoy se la dedico a un mercadillo independiente de diseño y artesanía llamado Nómada Market. Este mercadillo es itinerante y los artesanos-diseñadores también, de manera que siempre hay algo nuevo.  

No es el típico mercadillo que estamos acostumbrados a ver, hay sesiones de DJ's como Maderfaker, conciertos en directo, actividades para niños, desfiles, un bar cafetería donde las magdalenas tienen lo que los americanos llaman un "Picture Perfect" que hasta hace que me apetezca comer alguna y eso que a mí las magdalenas... ni fú ni fá. 

Ya os hablé de él en otra ocasión y la verdad es que cada vez que voy descubro cosas.
La capacidad creativa de la gente me sorprende cada día más. Hubo artículos que me gustaron más o menos, que son más de mi estilo o nada pero en todos los puestecitos me gustó algo. 

A esta edición fui con un claro objetivo, buscar el regalo de comunión de mi sobrino 2º Luis.
Al final regresé a casa con 4 cosas del mercado pero ninguna era el regalo para mi sobrino, menos mal que esta edición la hacían en el Ático de la estación de Chamartín y allí hay una tienda de juguetes donde pude comprarle uno con el que jugar con su hermano pequeño. Aunque después de la Wii, el ordenador, la equipación del Real Madrid, la portería y unos cuantos regalos estupendos más, no sé yo, si le harán mucho caso a mi regalo de un juego que se trata de responder preguntas de los libros de texto para saber quién es el primero de la clase. 

Después de recorrernos todos los puestos nos tomamos una cervecita para meditar sobre lo que íbamos a comprar. 

A Juan le encantó un puesto donde todo estaba hecho con materiales reciclados, así que le regalé un monedero hecho con las caras A y B de las extintas cintas de música. En ese puesto también tenían pendientes hechos con la rueda de los casetes, sí ¿esa ruedecita donde metíamos el boli para volver a meter la cinta cuando se quedaba enganchada y se salía?, pendientes y anillos hechos con las teclas de los teclados de los ordenadores, anillos hechos con tapones de botella y forrados de unas telas con colores ideales, cajitas hechas también con los tapones de botellas, relojes hechos con vinilos, sí, con los discos de vinilo, lámparas... todo muy original y por increíble que parezca "ponible". 

A mí me gustaron muchas cosas pero al final mi regalo fue un colgante hecho con ganchillo. Los hace una chica que acaba de afincarse en Madrid y cuando lo compró Juan, estaba su novio. Son muy finos, originales y baratos, entrad en su web y así podréis juzgar vosotros mismos.

Cerquita del puesto donde me regaló Juan el colgante, estaba otro pequeñito donde no me pude resistir y le compré un broche pompón de lana azul a mi sobrina Claudia, para las chaquetitas. Allí también tenían unos imanes hechos de lana con forma de helado monísimos. 

Para terminar, me queda el puesto donde le compré el regalito a mi sobrino Ángel. A él le compré un babero blanco y tostado, con la frase "Para mi bebé" bordada. La chica me dijo  que hacía cosas a medida también y que personalizaba los artículos si se lo pedíamos. Había unos delantales con el gorrito de cocinero para que los peques cocinen con sus padres... ¡que me habría comprado todos! 

Aquí os dejo algunas webs, echad un vistazo que merece la pena. A través de twitter os ire informando de los próximos eventos del Nómada Market.








Para twittearme: @tabolid

11/4/12

Una de elefantes y avispas

Esta Semana Santa tuve el placer de acoger en mi casa a unos amigos, Mick, el novio de mi Lobi Al, me contó que una época de su vida la pasó entre marineros y que entre ellos no eras nadie si no tenías una historia, Mick por supuesto, tenía la suya y nos preguntó cuál era la nuestra. 
 
Seguro que habéis pensado alguna vez aquello de ¡¿pero por qué a mí?!. Lo que os voy a contar, aún después de tantos años, no me creo que me haya pasado y menos en Madrid. 
 
No recuerdo si ocurrió en primavera, otoño ó invierno, lo que sí es seguro es que sucedió en fin de semana. 

Yo debía de tener unos seis u ocho años y mi hermana 3 más, cuando mis padres decidieron llevarnos al Safari Park de Madrid. 

Recuerdo que mi madre se había puesto una chaqueta de terciopelo negra y que como siempre mi hermana y yo no comimos nada, así que mis padres decidieron encargar unos bocatas que dejamos en la parte de atrás del Citroën GS Club por si nos entraba el hambre (optimismo por su parte no ha faltado nunca). 
 
Al ratito de entrar en el Safari, atravesando la zona de los rinocerontes, bisontes, etc., en medio de la carretera había un gran elefante que estaba campando a sus anchas. 

A todo esto y no sé muy bien por qué, nos paramos. 

Mi padre, asumiendo que los bocatas no nos los íbamos a comer ni de broma, decidió abrir una rendija de su ventanilla y darle trocitos al elefante. Mi hermana, le pidió permiso a mi padre para dar de comer al elefante; Mi padre, le dijo tajantemente que no, que era muy peligroso. A mi hermana no le gustó la respuesta y pensó que si mi padre lo hacía, ella no iba a ser menos. Así que bajó la ventanilla del todo y sacó un trozo enorme de bocadillo a la vez que le decía al elefante ten bonito, come. 

¡Ni 2 segundos tardó el elefante en meter la trompa entera dentro del coche! 

Imaginaos la escena, mi hermana y yo cogiendo los abrigos y chaquetas (la de terciopelo la cogí yo, de eso me di cuenta sobre todo por la textura suave que sentía en mi ojo derecho) y dejando los bocatas en la parte de atrás, metidas entre los asientos delantero y trasero, mi padre sin parar de hacer sonar el claxon, mi madre gritando pidiendo ayuda y el elefante buscando comida, zarandeando y levantando el coche del suelo con su trompa. 
 
Allí no aparecía nadie del parque, hasta que llegaron otros visitantes en un mini. Mi madre, con un par, salió del coche y les pidió que por favor se quedaran con sus hijas hasta que mi padre y ella pudieran sacar la trompa del elefante y cerrar las ventanas. 

Los visitantes estaban muertos de la risa pensando que lo que estaban viendo era una atracción del parque, hasta que vieron salir a mi madre con mi hermana y conmigo, repito, estábamos entre rinocerontes, bisontes y demás, y nos metió dentro de su mini. 

Mi madre volvió al coche con mi padre; en poco tiempo consiguieron que el elefante sacara la trompa, cerraron las ventanas, mi madre regresó al mini a por nosotras, dio las gracias a los visitantes y nos metimos en el coche de nuevo. 
 
Mi cara de susto es imposible describirla y la de mi hermana y mis padres aún menos ya que al susto se unía la de culpabilidad, la una por no haber hecho caso y los otros por haber hecho algo que no debían. 

A todo esto, seguía sin aparecer personal alguno del parque. 

Nos pusimos a andar un poco, con el coche claro, y asustadita me puse con mi madre en el asiento delantero. En ese momento fue cuando nos dimos cuenta, a mi ojo derecho le rodeaban unos puntitos rojos formando lo que todos conocemos como "chupetón". Sí, la textura suave que sentía en mi ojo derecho no era gracias a la chaqueta de terciopelo de mi madre, sino a que el elefante me ¡estaba chuperreteando el ojo con su trompa! de inmediato me puse a imaginar al elefante sorbiendo mi ojo y con él mi sesera. En ese momento no sabía si tenía miedo, pánico, asco, horror... de todo, sentía de todo menos ternura por el elefante, ni por ningún animal en ese momento. Menos mal que no le debió gustar mi sabor. 

Después de eso, sentir y ver a los monos subiéndose al coche no era lo que más me podía apetecer, de hecho, cuando llegamos a la zona de los leones, me metí en la parte de los pies del copiloto, como siempre he sido muy menudita cabía perfectamente y hasta que no salimos del recinto de los animales yo tampoco salí de mi escondite. Único lugar donde me sentía segura en ese momento, agarrada a mi madre a la vez que me tapaba los oídos y sin ver  nada. 
 
Al salir, mis padres empezaron a tener unos argumentos con los responsables del safari park porque no aparecieron en ningún momento y mi hermana y yo nos fuimos a los toboganes de sacos. 
 
Después de haber subido varias veces las escaleras y haber bajado por el tobogán, había conseguido relajarme y olvidar el percance cuando, subiendo las escaleras, noté un pinchazo horroroso en mi dedo pulgar, ¿¡pero qué había sido eso!?, miré mi dedo y vi cómo empezaba  a hincharse y a ponerse más rojo a cada segundo. ¡Una avispa!, ¡me había picado una avispa!, la primera vez que me picaba una y he de decir que duele mucho. Me puse a llorar y pensé ¿pero por qué a mí? ¿por qué hoy? ¿¡¡es que no era suficiente con lo del elefante!!?
 
Confieso que no he vuelto a ir a un Safari Park.

2/4/12

EuroVegas sí o no

Llevamos mucho tiempo escuchando las especulaciones sobre la pugna entre Madrid y Barcelona por quedarse con EuroVegas, cómo si la creación de este complejo fuera la solución a todos los problemas de paro y económicos de estas dos ciudades y sus comunidades, pero, ¿acaso los que vivimos aquí lo vemos de igual manera? 

Tengo la suerte de haber puesto mis pies en Las Vegas y he de reconocer que quiero volver. Es una ciudad increíble donde hay de todo, eso sí, una ciudad donde sólo se puede vivir de noche, no sólo porque gran parte de su oferta esté enfocada a esa franja del día sino porque con las temperaturas tan altas es imposible hacer algo durante el día. 

Los espectáculos son increíbles, los americanos saben cómo impresionar y es que en un país tan extenso y con tanta población hay que superarse continuamente. 

Los hoteles son temáticos, los tienes evocando a Francia con una Torre Eiffel, Italia con Venecia y sus canales, un circo, donde puedes aprender equilibrismo con un parque de atracciones dentro con su montaña rusa y todo, otro evocando un castillo de cuento, con centros comerciales cuyas tiendas son todas marcas de lujo, incluso un hotel con una de las mayores colecciones impresionistas privadas del mundo, Wynn.  

No eché ni una monedita en una tragaperras, las mesas de juego las vi por casualidad al buscar la recepción ya que la llave de mi habitación no funcionaba, muy fuerte, ¡15 minutos tardé en llegar desde mi habitación a la recepción! Al principio creí que me había perdido pero no, resulta que era el camino más corto, tenía que pasar por todos los restaurantes y atracciones antes.  

Me faltaron días para disfrutar de todo lo que ofrece esta ciudad. Yo creo que en Las Vegas hay que pasar por lo menos 10 días, de los cuales, 3 son para aprenderte de memoria tu hotel y disfrutar de sus instalaciones y el resto para disfrutar de los demás hoteles y sus espectáculos. El Circo del Sol tiene uno permanente.  

De verdad esta ciudad no es sólo juego, no es sólo la imagen que nos venden en las películas. Esta ciudad es algo más.

Ahora bien, yo me pregunto ¿seremos capaces de trasladar esa grandiosidad a Europa y en concreto a España? 
 
Independientemente de si se hace en Madrid o en Barcelona, creo que no. Creo que será muy cutre. 

Primero está el tema del juego que hace que todo tenga un tono bastante sórdido y por lo que la mayoría de los españolitos son reticentes aunque ya os digo que yo no toqué ni una maquinita y como yo, el 99% de los que iban en mi grupo y luego está el que Las Vegas es una ciudad y no se puede transmitir lo mismo en 6 kilómetros de edificios ¿ó es que las 4 torres son lo mismito que Nueva York?, mejor Azca que es un conjunto en vez del oasis de las torres ¿no?.  

EuroVegas creará puestos de trabajo eso es indudable, será una gran inyección económica y atraerá turismo no sólo de ocio sino de negocio también. Quizá acabe ocurriendo como en Francia con EuroDisney que amenazan con cerrarlo todos los años y el gobierno tiene que salir al paso y en auxilio de los trabajadores y empresas que viven y sobreviven gracias al parque, aún así, ya lleva 20 años abierto.  

También creo que el señor Sheldon Adelson venderá en cuanto pueda todo lo que construya así que espero que no acabe siendo como Seseña, una ciudad fantasma en medio de la nada. 

Con todo esto, si fuéramos capaces de hacer algo tan grandioso y conseguir que después de 20 años siga siendo grandioso, yo diría SÍ a EuroVegas en España y como madrileña diría SÍ a EuroVegas en Madrid.

¿Qué os parece a vosotros? ¿Estáis a favor o en contra?